Las soluciones salinas mantienen la osmolaridad de los reactivos utilizados en el laboratorio y tienen un efecto amortiguador sobre el pH. Se utilizan ampliamente en el laboratorio como soluciones de lavado para las células antes de su disociación o como tampones de reacción para pruebas bioquímicas (ELISA) y otras técnicas de diagnóstico.
En microbiología, las soluciones salinas también se utilizan para la preparación de medios de cultivo y para la dilución de muestras en pruebas de microbiología.
Las soluciones salinas se utilizan: para la preparación de partes de órganos, durante el proceso de disociación, para aislar suspensiones celulares o para preparar medio de transporte viral.
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